EFECTO DOMINO POR IMPUESTOS ARANCELARIOS EN EL SECTOR AUTOMOTRIZ DE ESTADOS UNIDOS
En el marco de la tercera junta mensual de la Asociación de Representantes, Importadores y Distribuidores de Refacciones y Accesorios para Automóvil (ARIDRA), como es tradición, con el toque de campana se dio inicio al desarrollo de los temas importantes a tratar sobre el sector automotriz en México en donde el presidente Alejandro Calderón Bello dio a conocer el reporte de ventas indicando que en febrero se vendieron 117 mil unidades, 6.5 por ciento arriba de 2016, por lo que sigue creciendo la venta, entre los autos más vendidos se ubican en primer lugar las marcas Versa y Aveo.
Mencionó que ProMéxico tiene un proyecto interesante para que empresas mexicanas exporten a diferentes países a través de una logística para poner la mira en un mercado que no sea Estados Unidos, buscando otros horizontes, nuevos mercados que a través de este proyecto se puede lograr, ejemplo de ello son las empresas de refacciones de Guadalajara, que están exportando a Sudamérica.
Añadió que a pesar de que Trump quiere subir impuestos, cada que habla en su red social, se devalúa la moneda, sin embargo, Auto car, asociación de fabricantes independientes, distribuidores, tiendas de repuestos y talleres de reparación de Estados Unidos, piden que se realice una reunión México, Canadá y su país el 02 de mayo para hacer frente al Tratado de Libre Comercio,
Auto Care, por su parte está pidiendo al congreso que los aranceles no cambien, argumentando que los fabricantes, distribuidores, refaccionarios y talleres generan 4 millones de empleos en su país, por lo que están haciendo una campaña para detener el ajuste del impuesto fronterizo, presionando al gobierno de Estados Unidos ya que dicho impuesto es discriminatorio además de que afectaría a muchos empleos y les costaría más de mil 700 millones de dólares un despido de ellos.
Por otro lado, comentó que la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por sus siglas en inglés) hizo un estudio en el que la cadena de suministros de Just in Time (JIT) afectaría a todos lo que producen, importan y exportan dentro de E.U., es decir, podría interrumpir la cadena de suministro integrada por muchas empresas y provocar un efecto dominó en toda la economía del país norteamericano.